18.11.10

"Cineclubs itinerantes": la vuelta de las películas al barrio.-

Alondras para Espejos y La Luciérnaga son dos de los grupos que se cargan el proyector al hombro e invitan a los vecinos a pasar un buen rato y ver un buen film. En una plaza, una casa o un centro cultural del conurbano, los emprendedores pasan audiovisuales de cualquier género, debate mediante, con la idea de salir de la lógica comercial de las grandes cadenas.


Por Nahuel Lag
Fotografía gentileza de Alondras…

Buenos Aires, noviembre 18 (Agencia NAN-2010).- Elementos en la escena: un proyector y una casa prestada, un centro cultural que abre sus puertas o una plaza. Protagonistas: un grupo de cinéfilos que sueña con recuperar el cine de barrio -frente a la concentración de las grandes cadenas- y grupos de vecinos que, videos mediante, recuperan el valor del debate y la participación. Esos son algunos de los componentes necesarios para las películas que ponen a rodar los fines de semana, al sur del conurbano bonaerense y con entrada gratuita, los cineclubs La Luciérnaga y Alondras para Espejos. Sinopsis: “El cine no como mero pasa tiempo, sino como una herramienta para preguntar y, sobre todo, para preguntarse primero '¿Quién soy?' y revalorar después el '¿Quiénes somos?'”, captura Guillermo Gugliotti, fundador de Alondras para Espejos en diálogo con Agencia NAN.

La puerta de la casa de Guillermo estaba abierta. Era su cumpleaños, pero esperaba a alguien más que a sus familiares. El proyecto de Alondras para Espejos necesitaba un primer espacio de proyecciones. Llegaron dos vecinos-espectadores: “Se quedaron para ver la peli y hasta para la torta”, recuerda el cumpleañero. Fueron los primeros seis meses en los que era difícil convocar a los vecinos y por timidez no pasaban el umbral de la vivienda-sala, una vieja casa chorizo con una habitación acondicionada especialmente por el proyeccionista. A principio de 2010, el Centro Cultural El Derrumblé (Eugenia de Burzaco 716, Burzaco) abrió las puertas a estos ciclos de cines, los vecinos comenzaron a perder la timidez y el grupo de Alondras incorporó nuevas integrantes.

En la Federación de Entidades de Remedios de Escalada (FERE), desde 2006, los integrantes de La Luciérnaga encontraron un lugar donde apuntalar el deseo de recuperar el cine de barrio. El proyector primero fue prestado, después llegaron las peñas y los festivales para recaudar los pesos necesarios. Las cinco luciérnagas y el único integrante masculino del grupo practican otras ramas del arte, pero todos son cinéfilos. “Entre todos nos reunimos, organizamos, decidimos las películas para proyectar y convocamos a los vecinos. No nos cerramos a ningún género en particular, por eso, la idea es que los vecinos sean los que comienzan a proponer la cartelera”, explica Manuela García, la más novata del grupo.

La participación de los vecinos es variable y la autogestión no permite hacerle frente del todo a la publicidad de las producciones extranjeras que invaden las cadenas de cine comercial, pero los cineclubs, cuando llega el calorcito y comienzan a moverse con el proyector al hombro, tienen una ventaja: “Si la gente no viene al cine, nosotros vamos a la gente”, resalta Manuela sobre las proyecciones que llegaron a las plazas de Remedios de Escalda, Lomas de Zamora, Burzaco y otras tantas del conurbano, además de hacer pie en la Ciudad de Buenos Aires. “El proyector de La Luciérnaga es el proyector del pueblo: donde nos invitan, allá vamos”.

“Sacar el cine a la calle es mágico. Las vecinas se acercan con las sillas de la cocina, otros vecinos con reposeras playeras o con mantitas de picnic. El cine al aire libre tiene otro sabor. Ojalá hiciera calor todo el año”, sostiene Gugliotti, que los tres primeros sábados de diciembre llevará a Alondras… otra vez a la plaza de Burzaco con el ciclo ¡Que Viva La Música!, que se completará con talleres de danza y bandas en vivo. Todo gratuito.

Que los vecinos vean una película en reposera tiene que ver con el objetivo de los dos cineclubs, integrantes de la Red de Espacios Culturales (REC). “Volver al cine el barrio significa que la gente se encuentre con su vecinos, con sus amigos, que diga: ‘¡Che, a vos te conozco del barrio!´. Rescatar el lugar de encuentro que no existe en los cines de los shoppings”, figura Manuela que hace zoom en lo comunitario.

El reencuentro, la comunión entre los vecinos y la lógica del cine de barrio, según el fundador de Alondras…, tiene “como objetivo: cambiar la mirada” respecto del cine, mayormente made in Hollywood, que se exhibe en las cadenas de cine comercial que “transmite otras realidades y otros valores que, por lo menos nosotros, no compartimos”, apunta Guillermo. “Nos interesa el cine como un gran espejo donde reconocernos: nuestros amores, nuestros errores, nuestras pasiones, nuestras luchas, nuestros miedos, nuestra memoria, nuestra cotidianeidad, en una palabra nuestra identidad. Y ese es el cine que buscamos y queremos difundir, o más bien compartir”, señala el referente del alondraje.

Para alcanzar ese horizonte, la reflexión después de cada película es la clave común en Burzaco y Remedios de Escalada. “La palabra debate inhibe un poco a la gente, pero siempre tratamos de generar un ida y vuelta entre los vecinos del barrio para que puedan expresarse, para que la palabra sea un canal y al que no está acostumbrado a participar política o culturalmente que le vaya picando un poquito el bicho”, comenta la luciérnaga.

Hay otras lógicas que también se buscan romper. En Escalada, de a poco empieza a tomar forma una Videoteca Popular que busca ser un videoclub, pero con alquiler gratuito y videoteca de cine independiente, ése que no encuentra difusión en el engranaje comercial. En Burzaco, el proyecto avanza desde la web del cineclub que en su espacio AyE invita a comerciantes y vecinos a publicitar para “cambiar el modo de pensar la relación en el barrio entre los cultural y lo comercial, con el fin de generar espacios culturales gratuitos para todos”, explica Guillermo.

Mientras cada barrio con su cineclub recorre su diéresis. Las organizaciones decidieron enlazar esfuerzos y cumplir “el sueño de participar en actividades juntos, con la idea de que se multiplica el trabajo para alcanzar el objetivo de llegar a la gente y sacarla del aletargamiento de estar frente a la televisión”, asegura Manuela respecto de la Muestra de Organizaciones Comunitarias y Culturales Autogestionadas, que el 5 de diciembre tendrá su tercer encuentro en Claypole.

Proyectar, convocar, crear nuevos espacios, llevar el cineclub a las organizaciones compañeras de ruta en todo el conurbano. Alondras… tiene una consiga para todo esa energía: “¡Nunca Pares!”. “Es casi un grito de guerra. Una eufórica invitación a resistir para todos aquellos que hacen del arte una herramienta para cambiar la realidad impuesta”, dice el cinéfilo que llevó el cine de su casa a la plaza.

Sitio de Alondras: http://www.alondrasparaespejos.com.ar/
Web de La Luciérnaga: http://www.grupolaluciernaga.com.ar/

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